Antes de seguir

"Antes de seguir" captura un instante de pausa en medio de un trayecto exigente y caluroso un día de verano camino del Castillo de Miravet (Tarragona). Pretende representar una metáfora visual del acto de vivir: caminar, detenerse, enfrentar obstáculos y seguir adelante. El momento que captura no es solo físico, sino profundamente introspectivo. La necesidad de parar —no como rendición, sino como pausa necesaria— se convierte en un acto de sabiduría. En ese instante de quietud, el espectador también se detiene a reflexionar sobre su propio trayecto.

La textura de la piel, marcada por venas y arrugas, transmite el esfuerzo acumulado y humaniza la experiencia del andar. La luz vertical y la paleta cálida intensifican la sensación de calor estival, fundiendo cuerpo y entorno en un mismo relato de desgaste y resistencia.

Las piedras situadas a la derecha del pie se convierten en símbolo clave: obstáculos pequeños pero significativos, que representan los tropiezos cotidianos que, aunque discretos, pueden condicionar el rumbo. Nos recuerda que el camino nunca es completamente llano y que incluso lo aparentemente insignificante puede implicar esfuerzo, decisión, atención y que los desafíos deben ser reconocidos y enfrentados.

"Antes de seguir" no idealiza el viaje, sino que lo representa tal como es: irregular, duro, y profundamente humano. El mensaje es claro y directo: detenerse no es fracaso, sino sabiduría. Parar para mirar, para sentir, para tomar impulso. Es un homenaje silencioso al cuerpo que camina y a la mente que persevera.